¿Qué aspectos revisar cuando un inquilino deja el piso de alquiler?

Cuando un contrato de arrendamiento se acerca a su fin y no se renueva, los inquilinos deben desocupar el inmueble.

Eso sí, antes de que esto ocurra, el propietario debe inspeccionar el estado de la vivienda y confirmar que se han cumplido todas las obligaciones establecidas en el acuerdo. Se trata de un chequeo fundamental para asegurar una transacción sin complicaciones.

Los plazos de preaviso para la finalización del alquiler

Puede obtener más información en nuestro anterior artículo “¿Cómo se realiza el preaviso para la finalización del alquiler?”. Ahora bien, a continuación, le resumimos los intervalos de comunicación previa necesarios para evitar la activación de la prórroga tácita:

• El inquilino debe informar su decisión de desocupar el inmueble con al menos treinta días de antelación.
• El propietario debe avisar al arrendatario con cuatro meses de antelación al término del quinto año del contrato si es un particular, o al finalizar el séptimo año si es una empresa.

Solo al respetar estos plazos – establecidos por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) – se facilita la inspección del inmueble en el día de la terminación del contrato, se permite proceder con la devolución de la fianza y la entrega de llaves de manera ordenada.

Aspectos a revisar cuando un inquilino deja el piso de alquiler

1. El mobiliario

Resulta esencial considerar el estado del mobiliario y evaluar si se mantiene en condiciones aceptables o si muestra signos de deterioro normal por el uso cotidiano.

En el caso de un apartamento alquilado con muebles que presentan daños o desperfectos, el propietario puede descontar el gasto de reparación o sustitución de estos elementos de la fianza del alquiler.

2. Los elementos estructurales

Las puertas, ventanas, grifos, paredes y suelos deben estar en condiciones adecuadas. Al ser componentes estructurales esenciales, su desgaste puede comprometer la seguridad y habitabilidad del inmueble y sus residentes.

Si los daños resultan del envejecimiento natural a lo largo del tiempo, la obligación de efectuar las reparaciones corresponde al propietario con una parte correspondiente a la fianza del alquiler o, en ciertos casos, una garantía extra.

Sin embargo, el inquilino debe comunicar estos daños tan pronto como ocurran y no esperar hasta la terminación del acuerdo para hacerlo.

3. El estado del inmueble

La LAU dicta que el arrendatario está obligado a retornar el inmueble en el estado original, salvo por las menores reparaciones que se justifiquen por el desgaste natural del uso diario del espacio.

Si el inquilino desea hacer cambios en la vivienda, es necesario que consiga el permiso escrito del propietario antes de proceder.

4. Los electrodomésticos

Al término del contrato es importante comprobar que los electrodomésticos funcionan correctamente o si han sufrido algún daño o mal funcionamiento.

Al igual que con el mobiliario o los elementos estructurales, su reparación o sustitución puede descontarse por parte del propietario de la fianza o una garantía extra.

5. Objetos personales

Ropa, fotografías, libros y juguetes son ejemplos de artículos que los inquilinos pueden olvidar en la propiedad.

Lo ideal es organizar la devolución de estos objetos si desean reclamarlos. De no ser así, es recomendable documentar por escrito su abandono y especificar que pasan a ser propiedad del arrendador.

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